lunes, 22 de febrero de 2010

El transporte rodoviario boliviano (parte 2)


Una segunda alternativa, aún no experimentada hasta el momento, es comprar el pasaje directamente en la plataforma de embarque. A propósito, se paga para acceder allí (especie de tasa de embarque local). Vale 1bs y no sirve de nada argumentar que ya tienes el boleto comprado (si es el caso). Una cosa el pasaje y otra, totalmente distinta, es el derecho a acceder a la plataforma de embarque. Paga la entrada, te pondrás en discusión directa con los "voceros". Esa estrategia tiene dos ventajas principales: podrás ver el bus (al menos por afuera) y comprar el boleto al mismo precio que un ciudadano boliviano común y corriente. No es que la diferencia sea mucha, pero al menos no te sentirás tan robado al enterarte que los pasajes en los puestos de venta cuestan hasta un 20% más.

Superada esta etapa, te subes al bus para dar inicio al viaje propiamente dicho. O, en muchos casos, el rallye! No tanto por el ruido del motor, que te parecerá algo distinto a lo que estás habituado, sino por las condiciones de las carreteras. Varias no son pavimentadas, lo que te darás cuenta cuando el bus empiece a rodar. Claro que eso no significa que el chofer conduzca con prudencia. Todo lo contrario, van a mil por hora! Luego de los primeros Kms rodados te sorpreenderás al no haber ningún campeón de Formula 1 boliviano. A propósito, una de las ventajas de viajar de noche es que no ves las barbaridades e imprudencias cometidas en el camino (si logras dormir, claro está). Si no lo logras, querido amigo lector, el viaje será tenso. Este que los escribe, por ejemplo, desde que tuvo su primera noche de insomnio abordo ha abandonado el habito de sacarse las zapatillas. Viajo con ambas bien puestas para, en caso de accidente, tener mayor facilidad para salir caminando. (juro que no te abandona la cabeza la idea de chocar mientras estás despierto acompañando el rallye promovido por los choferes, acompañado de incesantes bocinazos). 

Hablando de choferes, será muy difícil verles la cara antes de subir al bus. Estos ciudadanos esperan que el "vocero" haya completado su labor y que los pasajeros estén ya todos sentados, con la puerta que os separa de la cabina de comando debidamente cerrada, para subirse a la "macchina". Luego, en los 10 minutos iniciales, dan inicio a las primeras horas de entretención abordo. Si tienes suerte, te tocará una película (muchas veces a un volumen espantosamente alto). De lo contrario, disfrutarás los primeros momentos del viaje escuchando una cumbia boliviana (!!!), también a máximo volumen (nota: la canción preferida es "Amor mío", del grupo "Los Sureños")

Pasadas las primeras 3 o 4 horas puede que el bus se detenga sorpresivamente, y veas alguna sombra salir a pasos rápidos en dirección a la parte trasera de bus. Es el chofer que va a hacer sus necesidades y es el momento exacto de aprovechar para hacer las suyas (recuérdese que no hay baño). Si estás con las zapatillas puestas ganarás unos segundos y llegarás pronto a la puerta de salida - en el caso de que no haya mucha gente viajando en el piso, lo que suele pasar seguido (overbooking). 

Por cierto, también es muy común ver tres personas en dos asientos, tapadas de frazadas hasta la cabeza y sin una ventana abierta (aire condicionado ni hablar). Eso ayuda a explicar el olor que sientes al subir al bus la primera vez. A propósito, conviene llevar un abrigo, aunque el día haya sido caluroso. La noche en el altiplánico boliviano es bastante fría.

Vencido el viaje y llegado entero a su destino, es hora de salir a recuperar su equipaje. En el caso de que hayas sido de los primeros a depositarlo en el compartimiento de carga, tengas paciencia. Verás una infinidad de cajas, valijas y volúmenes diversos del más variado contenido salir antes de su añorada y masacrada mochila - que si hablara aprovecharía ese momento para putearte por el viaje que le ha tocado.

Para finalizar, una vez en el suelo de la terminal de destino y mientras estás rermando tu mochila para empezar la caminada hacia el alojamiento más cerca, serás nuevamente abordado por los "voceros" locales. Ávidos para venderte un pasaje y hacerte subir rapidamente a otro colectivo, suelen darse diálogos del siguiente estilo:
- Eh, amigo!,  vas a Cochabamba?
- No, gracias, acabo de llegar
- Pero sale ahora, en dos minutitos!
- No, gracias, "amigo". 
- Vamos amigo, esta baratito y es coche cama. Dos pisos!!!
- .... (lo miras feo, con mala cara)
- 25Bs para ti. Sale ahorita-ahorita!!
....

Abraços a todos y hasta el próximo bus!





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